miércoles, 30 de marzo de 2016

Cuéntame un cuento: "La pequeña cerillera" #Refugiados

En las clases de Lengua de 2º de Secundaria del Colegio Diocesano Asunción de Nuestra Señora (Ávila) hemos estado estudiando los cuentos tradicionales, el folclore popular, saber contar un cuento, dramatizarlo e incluso conocer a los grandes recopiladores de cuentos. Cada alumno recordó y preparó en casa un cuento tradicional que luego narró de manera oral a sus compañeros.

Y no nos hemos quedado ahí y hemos decidido jugar con los cuentos: recoger los cuentos y fábulas que nos recuerden nuestras familias, leer los cuentos recogidos en los libros de Los hermanos Grimm, Perrault, Andersen, Emilia Pardo Bazán, Machado (padre); recrearlo por escrito, aprenderlo a contarlo delante de nuestros compañeros y, por qué no, representarlo con nuestro grupo de trabajo.

Uno de los trabajos finales que más nos ha llamado la atención ha sido la adaptación al siglo XXI del cuento "La pequeña cerillera" de Hans Christian Andersen por un grupo de alumnos de 2º ESO. Sin duda, sus alumnos han conseguido reflejar en un cuento uno de los conflictos que más preocupa a la sociedad en estos días: el drama de los refugiados.


Tanto gustó que nos llamaron del programa "Literatura en corto", de Cadena Ser Ávila, para contarles nuestro proyecto de clase y leer esta adaptación ante los micrófonos. Si quieres leerlo, te lo copiamos a continuación. Y si quieres escucharlo, lo puedes hacer pinchando en el enlace: http://www.ivoox.com/literatura-corto-4x17-audios-mp3_rf_10242790_1.html Esperamos que os guste, saludos.

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ADAPTACIÓN De “La pequeña cerillera” de Hans Christian Andersen al SIGLO XXI. Cuento creado por los alumnos de 2º de ESO.

Me dolían los pies de tanto caminar pero mamá y papá me animaban a seguir. Pronto llegaría el momento en el que empezaríamos de nuevo. Una vida feliz, nada que ver con lo visto hasta ahora. Mientras me preparaba mentalmente para lo que suponía saltar aquella valla, la gente de delante empezó a acelerar el paso, por lo que supe que estaríamos llegando. Levanté la vista y al final de aquella árida estepa se encontraba el límite entre el primer y el tercer mundo. Con mis últimas fuerzas aceleré el paso, también deseando salir de aquel infierno. La gente corría cada vez más rápido y mis piernas no podían moverse tan deprisa. En un instante mamá y papá habían desaparecido de mi vista y la gente había perdido el control. Decidí correr hasta el pie de la valla y comencé a trepar. La valla no terminaba y la cabeza me daba vueltas, cada vez más y más rápido, hasta que de repente la oscuridad lo dominó todo.


Desperté en medio de la nada, y como sí de niebla se tratarse, la nada se disipó y apareció el antiguo portal de mi casa, también estábamos mi amigo Yahal, su hermana, dos niños que conocimos en la calle y yo. La pequeña niña tenía en sus manos un cartón con un 2 - 0 dibujado, Yahal y yo saltábamos de alegría al haber ganado el partido, mientras que los niños nos felicitaron. Después mamá nos llamó y merendamos todos juntos.


Todo se oscureció y volví a aparecer en la nada, que se aclaró poco a poco dando paso a otra escena, también recordaba ese día. Mamá, Papá y yo decidimos hacer una excursión al campo. Mamá preparó una cesta con bocadillos y galletas, mientras, mamá, papá y yo preparamos las bicis para viajar todos juntos. Recuerdo todos los animales que vimos ese día, los bocadillos tan riquísimos que preparó mamá y lo bien que lo pasamos.



Volví a esa nada en la que ya había estado y esta vez la escena que se vio cuándo el velo de la nada se evaporizó fue el de nuestras últimas Navidades, la cena de Nochebuena. Aquella había sido la última fecha feliz hasta el momento. Ahí estaba yo sentado abriendo mi regalo, todavía lo recuerdo, era un vaquero con su caballo, era mi juguete favorito. Mamá y papá me miraban abrazados mientras yo jugaba con el pequeño hombrecillo con sombrero. De repente, todo comenzó a desaparecer y sentí una mano en mi cabeza, acariciándome suavemente, abrí los ojos y vi un techo de color blanco y la cara de mi madre. Y al momento me di cuenta, lo habíamos conseguido, ellos me habían traído y nuestra nueva vida acababa de empezar.




1 comentario:

  1. Genial idea de la profe de Lengua, ha sido estupendo que los alumnos adaptaran La Cerillera a la situación de los refugiados, no se me habría ocurrido, se nota que ellos están sensibilizados con el tema y han creado una adaptación muy original. ¡Felicidades a tod@s!

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