domingo, 17 de abril de 2016

Proyecto: Cartas desde Madrid

¿Refugiados? ¿Implicación? ¿Participación? ¿Acaso podemos hacer algo? ¿Para qué nos cuentas esto? Son preguntas que me he estado haciendo a la luz de las interrogantes que me han hecho mis alumnos. Pero, ¿cómo responder cuando los contenidos de clase a veces parece que no tocaran la realidad de mis alumnos? ¿Cómo responder cuando muchas veces ellos, y yo, no queremos sentirnos partícipes de algo: de un cambio en el mundo?

Con estas y tantas otras preguntas llegué a clase un día. Sí, me había planteado tratar de motivar la implicación de mis alumnos a través de un recurso muchas veces usado para examinar y para probar su capacidad para memorizar un examen en función de lo que puedan escribir: la escritura.

Primero, mentalizar. ¿Quiénes son los refugiados? ¿dónde están? ¿qué hacen? ¿cuáles son sus rutas? ¿a qué peligros se exponen? El vídeo de médicos sin fronteras (MSF 360: la ruta de los refugiados) me ayudó mucho pues nos ilustra sobre el camino que deben realizar familias enteras para llegar a un “anhelado” destino. También el de “UNICEF” (El viaje de su vida) llamando a descubrir que lo que para nosotros puede ser el viaje de nuestras vidas, para muchas personas es el viaje de su vida, sea que lleguen a algún sitio o sea que mueran en el mar. Supongo que les crearía algo de inquietud cuando me dijeron: “da igual, si es que no podemos hacer algo: somos muy pequeños para hacerlo”.


Entonces, en segundo lugar, fue entonces, cuando les dije: “Hoy vamos a hacer unas cartas para los refugiados”. En un primer momento, emoción. El segundo momento fue: ¿qué les decimos? A lo que yo les respondí: “situaros fuera de la lástima o la mera simpatía y responded: ¿qué os gustaría que os dijesen si estuvieseis en esa situación? Con esa base, comenzaron a escribir. Algunos con más facilidad, otros con ciertos reparos y una minoría negándose a hacerlo. Es normal y cómo no contaba para nota, mejor aún. Ejercicio competencial y lleno de emociones.

Ahora, la pregunta era, ¿cómo enviarlas? Ya tenía más de 100 cartas, muchas de ellas dignas de ser enviadas. Por tal motivo, contacte con cuatro ONGs. Me respondieron todas. Cada una facilitándome la gestión. Sin embargo, me centraré en una de ellas: “Save the Children”. Pude hablar con una gran persona la cual me explicó cuál es la realidad en los campos de refugiados y me hizo una sugerencia. “¿Por qué no traduces el contenido de esas cartas a un dibujo?” y apunto, “un equipo saldrá para Jordania mañana, así que, si los puedes tener listos, sale el primer envío”. Así fue, esa misma tarde, del jueves, llegué a clase y les dije a mis alumnos lo que precisamente mi enlace con esta ONG me dijo. Ellos, dudándolo a la vez que motivándose, se pusieron manos a la obra…

Puedo decir que la experiencia ha sido enriquecedora. Para ellos y para mí. La calidad y la cercanía con la que escriben es increíble. El querer transmitir “presencia y cariño” a través de las letras y luego de los dibujos fue único. Por ello, seguiremos traduciendo las cartas en imagen...Sabemos que algún niño o niña tendrá esa ilusión.

Carlos Alberto Alvarado Salcedo
@elrecoleto
about.me/carlos_alvarado


1 comentario:

  1. Me alegro que al fin encontraras una ONG que pudiera llevar las cartas, además al utilizar imágenes se transmiten mejor los mensajes. Si recibes alguna foto del envío cuando lleguen a Jordania ¡comparte!

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